¿Adoctrinas o educas?

 ¿Qué está fallando en nuestro actual sistema educativo? esta pregunta nos la hemos hecho de una forma o de otra, hasta la saciedad, pero lo cierto es que el descontento es generalizado, los resultados son insuficientes académicamente, y ya no digamos con respecto al desarrollo personal de las personas.

Sí, nuestros hijos aunque sean niños o jóvenes, son personas.

 

Partiendo de la buena intención de las reformas educativas (sin meternos en política), a través de congresos y reuniones de expertos, la realidad es que no se producen los cambios deseados.

Cada vez son más, los propios alumnos insatisfechos con lo que les estamos ofreciendo, y como es lógico, de alguna forma se revelan al sentir disconfort y una presión a veces asfixiante de lo que "se espera de ellos", a menudo sin preguntarles.

Mientras tanto, padres (entre los que me incluyo), profesores y sociedad en general, interpretamos como respuesta una "desgana juvenil colectiva", mezclada con irresponsabilidad y afán de divertirse...

Como consecuencia, nosotros, ponemos en marcha las únicas herramientas con las que contamos,  infundir el miedo y la preocupación por su futuro para lograr un "cambio de actitud", siendo esto de todas todas, un gran error, porque nos olvidamos de educar NO para sobrevivir sino para ser plenamente PERSONAS!

Nos centramos en entrenar la obediencia para recuperar la disciplina perdida, cuando en realidad la vía de acceso es la comunicación y el diálogo.

Es una triste realidad que no estemos orientados para la vida, poniendo el foco en las calificaciones, sin importar realmente incluso el contenido aprendido, favoreciendo la ignorancia emocional de qué soy yo esencialmente. 

Resulta necesario entender, que estamos ante una necesidad inminente de cambio.

Atrás quedó la era industrial en la que todo era estandarizado y automatizado. Estamos inmersos en la era de la comunicación, del conocimiento, y para evolucionar necesitamos un sistema educativo integral, en el que se le de gran importancia al desarrollo de la persona, al SER, a través de la educación afectiva o interpersonal, posibilitando el acceso a una cultura universal, no enfocada a las creencias particulares, dialogando desde la apertura, desarrollando habilidades sociales tan importantes como la asertividad, adquiriendo hábitos de concentración y calma mental como la meditación y Mindfulness, etc

En definitiva, un sistema educativo holístico o integral en el que no pongamos sólo el foco a las calificaciones académicas, dándole también espacio al desarrollo de la persona en conexión con su esencia, tomando como ejemplo las escuelas de los grandes pensadores y filósofos de nuestra historia como Platón con su "Academia" o Aristóteles en su Liceo de Atenas... porque para eso eran precisamente Grandes Pensadores... ¿No os parece?

M Ángeles Estrella