¿De qué te arrepentirás tú?
Hace poco, leí un artículo acerca de unas reflexiones que hacía una enfermera de cuidados paliativos con respecto al tipo de arrepentimientos que los enfermos terminales expresaban justo antes de morir.
Todas las personas (a excepción de las que tienen afectada alguna parte del cerebro por enfermedad o traumatismo severo), nos enfrentamos a un momento de tránsito al final de nuestra vida “física” en el que hacer “repaso” de nuestra vida se torna una necesidad imperiosa.
Necesitamos de cierta forma hacer balance y poner “las cosas en el lugar correcto”, como dejar los asuntos financieros en orden, incluso algunos organizan su funeral antes de partir.
Pero en este proceso de reflexión interior hay algunos arrepentimientos comunes en la mayoría de las personas y todos sin excepción tienen que ver con el amor.
“No vivir la vida que hubiera querido”; es un arrepentimiento muy común y muy duro a la vez, significa que no te has respetado, no has demostrado amor por ti mismo y esta falta de amor y comprensión hace que indirectamente afecte a los seres que te rodean, porque obviamente no puedes ofrecerle lo mejor de ti cuando hay una emoción de frustración subyacente que late en tu corazón.
Puede que pienses en este momento, que la vida que estás viviendo es la que es y que no tienes opción de cambiarla, pero déjame decirte que no es así en absoluto. ¿Estás vivo? Pues entonces tienes todas las posibilidades del mundo. Sólo depende de ti, te lo aseguro.
“Ojalá hubiera expresado más mis sentimientos y a más personas”: esto es AMOR en mayúsculas! ¿Por qué nos da tanta vergüenza expresar el amor? ¿Cuántas veces hemos pensado en nuestro padre o nuestra madre y en cuánto los amamos pero somos incapaces de decirlo en voz alta?, coger el teléfono y decirle simplemente “Hoy me he acordado especialmente de ti y solo quería decirte lo mucho que te quiero”.
“Ojalá hubiera dedicado tiempo a ser feliz”: vuelve ser una expresión de AMOR, hacia uno mismo, hacia los que nos rodean, porque si hay una verdad auténtica y genuina es el AMOR, es la FELICIDAD, es AQUÍ Y AHORA.
A menudo olvidamos lo que somos: seres espirituales viviendo una experiencia terrenal, sin más, aunque algunos todavía no lo sepan...
Por tanto, ámate, ama a tu entorno, demuestra amor hacia ti, hacia todo lo que te rodea, dedícate tiempo, agradece y aprende todos los días, porque son alimentos para el alma y por favor SÉ FELIZ!
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