¿Por qué me siento mal si lo tengo todo?

¿Qué me pasa? Te lo habrás preguntado alguna vez, estoy segura... es más, te has sentido así en muchas ocasiones, yo también me he sentido así muchas veces.

 

Te notan tristona, sin muchas ganas de hablar, apática, pensativa, otras veces disimulas. Eres divertida y alegre pero a veces estás rodeada de gente y te sientes fuera de lugar, como si no encajaras con el mundo, puede que alquien cercano a tí  te pregunte si te pasa algo, unas veces no lo cuentas, porque tampoco sabes muy bien como definir lo que sientes, y otras intentas ponerle palabras a ese sentimiento, con dificultad porque te da la sensación de que no hay palabras en el diccionario capaces de describir tus emociones, y... zas! la frase favorita de todos los que queremos consolar: anda mujer si lo tienes todo! una casa bonita, una familia maravillosa, salud, ¿que más quieres? y lejos de ayudarte, aunque ha sido con la mejor intención del mundo claro, pero ahora le tienes que sumar dos emociones más: la culpa y la frustración.

 

Ahora además de sentir ese vacío, también te sientes culpable de sentirlo y frustrada por no poder evitarlo... el círculo vicioso que tanto le gusta a nuestro sistema emocional.

Y aquí viene la maravillosa palabra: PROPÓSITO

¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu propósito? es una pregunta que no solemos hacernos y en la respuesta está nuestra verdadera esencia, esa que escondemos o aprendemos a esconderla, sin atenderla ni escucharla, y que a menudo se queja porque logicamente reivindica su sitio!
 

Aprendemos a vivir en automático, a estudiar una carrera que tenga salida, a trabajar en un trabajo que esté bien remunerado aunque no sea el trabajo de tus sueños, a formar una familia porque ya toca, a ir al gimnasio y hacer dieta porque los cánones de belleza así lo exigen no porque uno de tus valores sea la salud... porque... ¿acaso sabes cuales son tus valores esenciales? ¿acaso te conoces de verdad?

Es verdad que no es fácil, en mi caso saber quién soy me ha llevado mucho tiempo, pero ahora después de un maravilloso proceso de coaching puedo sentir mi identidad, saber cual es mi propósito en la vida y ponerlo en marcha, facilitando cambios de paradigma en las personas para que conecten con lo que son (es mi propósito), con su esencia. Esa soy yo, o mejor dicho lo he sido siempre pero no lo sabía.

Nuestra esencia está tan escondida por tantos y tantos condicionamientos sociales que apenas si queda un atisbo de brillo, pero está, solo está cubierta de capas y capas de ego, no está apagada sino cubierta de ego.

Si empiezas a quitar capas poco a poco irás viendo tu luz interior, una luz cegadora llena de energía y amor por tí, por los que te rodean, por lo que haces, por el mundo. Descubrirás quién eres y cual es el sentido de tu existencia... y tu vida cambiará.

Sólo tienes que saber quién eres, nada más (y nada menos) y liderar tu vida.

Y aquí me tienes, para lo que necesites.

M Ángeles